Si bien tanto las remolachas como las acelgas progresan maravillosamente regadas con el riego salobre de RASA, los pequeños herbívoros de la zona han montado un salón de comidas en torno a ellas. Para evitar esta depredación tuvimos que recurrir a tachos plásticos, ya que las redes que cercan la zona de cultivo no funcionan con estos predadores.
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